Antes de entrar en el tema especifico enunciado en el título del presente trabajo, queremos poner de relieve la carencia de relatos escritos y/o publicados por soldados de reemplazo obligatorio que, durante la segunda mitad del siglo XIX fueron llevados a las Colonias de Cuba, Puerto Rico, Isla de La Española (la actual República Dominicana-Haití), Islas Marianas, Islas Carolinas y las Islas Filipinas. Tiene una lógica explicación: Aquellos jóvenes eran pobres y analfabetos; si todo iba bien y no caían reenganches por algún castigo, se pasaban seis o siete años en aquellos remotos e inhóspitos parajes y los que volvían lo hacían con poca salud y ante la indiferencia de sus paisanos.
Perdidas aquellas Colonias ultramarinas, los empeños imperiales de las clases dominantes (capitalistas y el clan militar en el que se sustentaban) llevaron al ejército español al norte y oeste de África, en donde los soldados tuvieron el honor de morir por la Patria, los militares de carrera, muertos o vivos, se cargaron de medallas, prebendas y honores, y los capitalistas engordaron sus cuentas bancarias. Los soldados sobrevivientes, con sus tres años de servicio, se convirtieron en "cadáveres verticales" que volvieron a tirar de los arados en sus pueblos de procedencia y no supieron dejar constancia de los horrores que habían vivido en aquel maldito Marruecos.
Ha muerto en Cádiz, a las 6 de la mañana, del 3 de Enero de 2.011 CARMELO MEDINA RUIZ
Carmelo, como la mayoría de nosotros, fue una insignificante partícula para la trituradora de jóvenes encuadrados en el ejército colonial de Ifni, aunque para sus amigos y compañeros del Grupo de Policía y, especialmente, de la Compañía Mixta, fue la sal, la luz y alegría de su San Fernando natal, aquella Isla del León en donde hace ahora dos siglos se gestó la Constitución de 1.812. Hoy, a la hora de costumbre, la corneta con el toque de "diana" que nos despertaba en el Cuartel no le ha despertado a él sino que le ha cerrado los ojos para siempre, y ha marchado con paso firme y ligero de equipaje hacia su nuevo destino. ¡Allí nos reencontraremos, querido amigo!
Antonio López Canales en el campo de IfniMi amigo y compañero de mili en la Policía de Ifni, me ha facilitado el original del poema escrito el 13 de Enero de 1.958 por el Caballero Paracaidista ANTONIO LÓPEZ CANALES, en un alto del fragor de la lucha contra los guerrilleros marroquíes que intentaban arrojar al océano a nuestros compatriotas (después de pasarlos a cuchillo, evidentemente). Lo transcribo literalmente y no me atrevo a realizar ningún tipo de comentario.
Tomás Bermejo en su particular "foto-tarjeta de navidad"Con esta fotografía y una carta como esta, felicitaba yo las pascuas de Navidad a mis padres, hermanos y demás familiares. Lo mismo hicieron otros muchos compañeros con este fondo que puso para la fotografía el decorador Juan de la Flor natural de Madrid.
Esta carta va dedicada para todos los que tuvimos que pasar forzosamente por los territorios de Ifni y el Sáhara en aquellos difíciles años.
A los que más admiro son a los que estuvieron en las navidades de 1957 y 1958 porque son los que tuvieron que soportar la olvidada guerra, donde perdieron la vida doscientos militares, hubo trescientos heridos y otros tantos desaparecidos.
La mera curiosidad o, tal vez, la añoranza, cuando se van a cumplir cincuenta años desde que a un pequeño grupo de alicantinos (Caja de Reclutas nº 30) nos tocó la lotería de ir a prestar el servicio militar obligatorio en las Fuerzas de Policía de Ifni (la Policía Indígena, europeizada a partir de 1.957), me han llevado a intentar averiguar que les había deparado la vida, tras la licencia, a aquellos otros seis compañeros con los que compartí viaje de ida (y de vuelta), Campamento e incluso algunos Compañía y análogo puesto.